Regreso de canto a la tierra firme de mi infancia
que daba cabida al colchón elástico donde me estiraban
mientras dormía,
donde los álbumes amplificaban el tamaño de las fotos
y otros retratos a carboncillo fino,
disueltos en los años que la sábanas absorbían.
Todo entonces: ruidillo de comisuras, puertas sin pestillo
y antideslizante el terreno.
Padre, Madre, espíritu espanto,
como el suelo se tuerce,
yo me retuerzo el cuello,
lamo y relamo cada gota de mi ingenuidad más sabia,
la nuca me da la mano y no empuña espada,
vuelvo al hueco y me erizo,
ahora lo sé,
es el regreso el que nunca se fue
y yo la que me pierdo.
Me han gustado tus poemas y tambén la manera en que los recitaste el otro día en el Candy. Se nota que sale todo de muy adentro...
ResponderEliminarLo del acordeón no me lo pierdo...
besos
Linda! Que passa tu?
ResponderEliminarSinto falta de ti
Está lindissima esta poesia, bueno, claro
hasta donde yo puedo compreender
Eres muy exentrica con tuya criatividad.
Muy bien buy bien
besos
Gracias Alejandro!
ResponderEliminarEste jueves la sesión será más larga,
espero no más aburrida, XD.
Allí estaré con mi compañero, te esperamos.
Besos.