Entre las uñas que me quité
y los dedos que me faltan
escondo un minuto
en la hora siguiente,
tu nombre que dicta paz
en mi espada de guerra.
Voy a iniciar una batalla:
con y en contra del olvido
que hace con las manos acrobacias
del que no sabe pedir
y acaba siendo mendigo.
Balada para un sueño otoñal...
Hace 1 mes
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